Como bien me dijo mi maestro de la escuela Ernesto Sartorius, la tierra es lo más delicado de los huertos, ya que de ella depende el crecimiento de las plantas. Para poder decidir qué tierra utilizar, fui con mi jardinero e hicimos lo siguiente:
-Ya que las tablas de madera, que fueron colocadas verticalmente sobre la tierra, tienen 30cm de ancho, sólo se puede rellenar 26cm de tierra aproximadamente.
-Don Vale (mi jardinero) justo había quitado tierra de un jardín muy grande, por lo cual sobraba tierra fértil; así que rellenamos los cajones con 13cm de esa tierra.
-La segunda mitad de los cajones, la rellenamos con tierra de encino, es decir, traída de los bosques de Huitzilac. De esta manera, las raíces jóvenes crecen rápidamente y con los nutrientes necesarios.
Así es como se acomodó la tierra:
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